Es una de las enfermedades que causa más preocupación. De
origen viral, es un mal muy contagioso y con un alto nivel de mortalidad en
los ejemplares más jóvenes. Los que sobreviven a él conviven con graves
secuelas nerviosas durante el resto de su vida. Es por ello que la
vacunación, la única forma de prevenirlo, es fundamental cuando alguien decide
comprar o adoptar un cachorro.
El moquillo, cuyo nombre científico es Distemper Canino, es una
enfermedad que afecta a varios sistemas, por lo que presenta manifestaciones
muy diversas: gastrointestinales, nerviosas, oculares y respiratorias. Incluso,
puede afectar a la totalidad del organismo. No en vano, ha llegado a ser
calificada como 'la enfermedad de los mil síntomas'. Su causante es un virus de
la familia Paramixoviridae, el cual sobrevive en el medio ambiente durante
semanas cuando las condiciones climáticas son frías o se encuentra mezclado con
antioxidantes o ciertas proteínas.
Si bien los perros pueden padecer el moquillo a cualquier edad, son los cachorros
no vacunados y de entre 6 y 18 semanas, los que tienen mayor riesgo de contraer
esta enfermedad.
Cómo se produce el contagio
El virus entra en el animal a través del aire. De todos es sabido que la
'comunicación' olfativa es muy importante en los perros, puesto que de esta
forma reconocen todo, incluso al resto de sus congéneres. Una vez producida su
inhalación, llega hasta el flujo sanguíneo y repartiéndose por todo el
organismo.
La enfermedad se desarrolla entre 20 y 25 días después de la infección,
aunque las primeras manifestaciones aparecen entre los días sexto y noveno. Sin
embargo, es a partir de la segunda semana cuando el virus se encuentra
presente en todo el organismo del animal, momento en el que comienza su
eliminación a través de secreciones corporales.
Sintomas
Fiebre, depresión, tristeza, falta de apetito.
Diarrea amarillenta, vómitos aislados.
Ticks, convulsiones, descoordinación, crisis de masticación, marcha en
círculos.
Secreción ocular y nasal color verde o blanca opaca, tos, estornudos,
respiración fuerte y anómala.
Para tratar el moquillo no existe ningún medicamento que lo haga desaparecer
Prevenir, mejor que curar
Para evitar que nuestro perro sufra tan desagradable enfermedad, nada mejor que
vacunarle a los 45 días de vida. Hay que tener en cuenta que un adulto vacunado
puede combatir y eliminar el mal con facilidad.
Plan de vacunacion:
A la sexta semana de vida: vacunar contra el parvovirus Entre la septima y la novena: vacunar contra la enfermedad de Carré, la hepatitis
contagiosa, la parvovirosis y la leptospirosis.